En uno de esos partidos vibrantes, por momentos esquizofrénicos, Racing superó la prueba contra un Atlético Tucumán que le dio más de un dolor de cabeza. Fue 4 a 3, pero bien pudo haber sido, emulando un fallo arbitral en el box, un 10 a 9. Los goles en la academia fueron de Diego Gonzalez, Barbieri, Torsiglieri y Bou. En el decano convirtieron Luis Rodriguez en dos oportunidades (una de penal) y Leandro Gonzalez. La acadé suma su quinta victoria al hilo y se mete en la pelea por ingresar a la próxima Copa Libertadores de América.
Desde el pitido inicial de Silvio Trucco (de un, dicho sea de paso, mal arbitraje), el partido se encontró planteado de una forma muy clara, y en muy pocos momentos cambio esa postura. Racing con gran posesión de balón, con una buena presión en las segundas jugadas y recuperando en mitad de cancha las salidas que planteaba Atlético. Aued manejando la pelota y Gonzalez llegando mucho al área. Fue así como Pillud encontró a Bou por la línea derecha y este con un centro magistral contactó con el Pulpo, que con una volea impresionante, dejó estancado a Cristian Luchetti. El ex arquero académico solo pudo ver como ingresaba el balón en su ángulo izquierdo. Golazo con todas y cada una de sus letras.
Poco duró la alegría en Avellaneda. A partir del gol de Racing, el Decano con un mediocampo poblado y con La pulga Rodriguez como único punta, salió un poco más a buscar el empate. Fue así como Leandro Gonzalez encontró un callejón libre en la defensa y recibió una habilitación perfecta del 9, que parece saber todos los tiempos que se manejan dentro de una cancha de futbol. Pillud, de forma atolondrada se llevó por delante al otro ex Racing y fue un claro penal. Luis Rodriguez lo cambió por gol ante un Orión que se jugó por el palo izquierdo y fue burlado por una soberbia y calmada ejecución.
Se iba el primer tiempo con Racing saliendo nuevamente ante su público a buscar la victoria, y chocándose muchas veces con el juego brusco y permitido por el árbitro de los tucumanos. Bruno Bianchi, le cometió por lo menos tres faltas claras a Lautaro Martinez y ni siquiera fue amonestado. A los 39 minutos, y luego de mucho tiempo, el equipo de Cocca consigue un gol de un defensor central. Ganando de cabeza desde un córner, Miguel Barbieri con una buena carrera para lograr el desmarque, conectó en el primer palo, luego de un centro venenoso de Marcos Acuña. 2 a 1 y al descanso.
De forma idéntica a la primer puesta en ventaja de Racing, Atlético Tucumán volvió a plantarse en el terreno ganando por superioridad numérica el mediocampo. Marcelo Meli todavía pareciera no encontrar el puesto, y el mano a mano con Pillud era una invitación casi irresistible para el ataque tucumano. A los 5 minutos del complento, Fabio Álvarez habilitó a Leandro González, que con el control dejó atrás al lateral derecho académico y sacó un fuerte disparo que encontró sin respuesta a Agustín Orión. Si bien el arquero pudo haber hecho algo más, lo cierto es que el 10 del Decano sorprendió a todos con su remate y puso el 2 a 2 en un partido que ya era para alquilar balcones.
Para aportar más razones por las cuales sufrir un doble infarto, tan sólo 4 minutos después, a los 9 de segundo tiempo, una pelota que parecía estar dentro de un flipper, peleada desde el piso por Lautaro Martinez, le cayó a Diego Gonzalez que habilitó a Bou. La Pantera fulminó de volea a un Luchetti que respondió de manera increíble, pero no pudo evitar que el rebote le volviera a caer al Pulpo, que nuevamente cedió el balón para que Gustavo Bou solo tenga que empujarla. La pelota parecía no entrar más, pero Racing nuevamente arriba y delirio en el Cilindro.
Gastón Diaz entró por Meli a los 11 minutos, en un cambio que era cantado. Pobre actuación del ex Boca que pareciera no encontrar su lugar en el esquema de Cocca. Afortunadamente para todos los corazones racinguistas, que si bien ahora se encontraran seguros el primer estadio cardioprotegido de la Provincia de Buenos Aires, Marco Torsiglieri se desmarcó en un nuevo córner a favor y venció el arco tucumano de cabeza. Si hacía mucho los centrales no convertían en Racing, ahora habría que buscar cuando fue la última vez que ambos centrales convirtieron en un mismo partido. 4 a 2 y los de Cocca estiraban por primera vez en el partido la ventaja.
Pero dijimos que el partido fue esquizofrénico, por momentos en demasía. Y Di Plácido le ganó el mano a mano a Insúa a los 30 minutos, y colocó el centro a espaldas de Torsiglieri. Luis Rodriguez se convirtió en gigante en el área académica y le cambió el palo a Orión con un remate de cabeza. Para colmo de males, a los 37 la Pulga burló con un taco la defensa de Racing y el ingresado Guillermo Acosta estrelló su remate colocado en el ángulo izquierdo del arco.
Ezequiel Videla ingresó por Diego González para darle aire a la contención, además de Pablo Cuadra, que ya había ingresado por Lautaro para oxigenar el ataque. Y se ganó. Se sufrió pero se ganó. Manteniendo el buen momento de la delantera, creciendo en la pelota parada en ataque, pero quizás pagando muy caro errores defensivos que son muy notorios y preocupan.
Habrá que mejorar ese aspecto en la defensa para poder soñar un poco más alto. Por lo pronto, Racing se posiciona como tercero (hasta ver los resultados de mañana) e ingresa directamente a la Copa Libertadores 2018, además de seguir cerca de la punta, esperando pegar el zarpazo.
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