El negro se dio el gusto de jugar en Talleres y Belgrano de Córdoba y en Racing Club e Independiente, equipos antagónicos, pero nunca jugó en el exterior pese a su tremenda jerarquía…
Miguel Ángel Ludueña nació el 6 de febrero de 1958 en Villa María, Córdoba.
Sus primeros pasos en el fútbol los da en Villa María jugando en Central Argentino, Alumni y Alem.
En 1981, le llega la oportunidad de dar el salto a un grande del fútbol cordobés al jugar en Belgrano, sin mucho suceso en su primer paso en el celeste.
Pasó a Unión San Vicente, también de Córdoba, dónde volvió a su gran nivel jugando 15 partidos y convirtiendo 3 goles.
En 1983, se muda a Rosario, para jugar en Central, debuta con un 7-1 ante Atlético Santa Rosa (La Pampa), por el Campeonato Nacional, cerrando una campaña en el canalla de 26 partidos.
En 1984 vuelve a Belgrano, dejando una mejor imagen que en su primer ciclo. Entre ambos, 1981 y 1984-1985, disputó 30 partidos y anotó 2 goles.
Un año después hace su primer cruce de vereda, pasa a Talleres dónde tiene una gran campaña con 69 cotejos y 1 gol.
En 1987, llega a Racing Club, dónde enamoró al hincha con su gran juego. Sale campeón de la Supercopa 1988, disputando un total de 36 encuentros, pero sin marcar goles.
En 1988 hace su segundo cruce de vereda importante, se fue a Independiente (previo a eso, unos barrabravas le balearon el auto), en el rojo sale campeón del torneo 88/89 y termina la campaña con 42 partidos y 1 gol.
Luego de su paso por los cosos de al lado, vuelve a Talleres de Córdoba en dónde se queda una temporada completa.
En 1992, llega a Platense dónde da las hurras en 1993, disputando 23 partidos en un nivel bastante alto.
En 1991, Alfio Basile, lo convoca para la selección a la edad de 33 años. Fue en un partido amistoso ante Brasil, disputado en el José Amalfitani. Terminó 3-3. Fue su único partido con la selección.
Hoy radica en su Córdoba natal. A principios de 2018, tuvo un ACV, pero luego de mucho pelearla pudo recuperarse.
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